Sutilezas de la represión poscomunista

Hace unos días Yoani Sánchez subía a su blog unas fotografías de los agentes que la acosan. Bien pensado: así les vemos el rostro. Y constatamos, por cierto, que tienen la misma cara que cualquiera.

Recordé esas fotos cuando vi esta tarde una extraordinaria secuencia fotográfica que publica Radio Svoboda ―Radio Libertad― en su site. Las fotos recogen el curso de las protestas que se sucedieron ayer frente a la prisión donde se encuentra recluido Eduard Limonov, líder del partido opositor Otra Rusia. Limonov, escritor y opositor, fue condenado a diez días de reclusión por haberse manifestado él mismo el pasado octubre sin recibir la preceptiva autorización del Ayuntamiento de Moscú.

Ahora sus partidarios y otros activistas de grupos de defensa de los derechos humanos se manifiestan frente a la prisión pidiendo su libertad.

Lo hacen por separado, pues las leyes rusas no castigan las protestas individuales y, en principio, cualquier ciudadano puede pararse donde le plazca y enarbolar el cartel que le plazca. Nadie lo molestará.

Cosa bien distinta es que la protesta sea masiva, «masividad» que se consigue con la adición de uno o dos manifestantes al solitario protagonista de la protesta. Un mecanismo que, veremos, sirve en bandeja la detención de los solitarios manifestantes a los herederos de los represores comunistas…

Atiéndase a la secuencia.

Un manifestante se aposta frente a la cárcel:

Instantes más tarde se le unen dos espontáneos…

Ello provoca la intervención de la policía. Se los llevan a los tres.

Poco después aparece otro manifestante…

Y, ¡oh, sorpresa!, los mismos dos espontáneos que habían sido detenidos minutos antes vuelven a «apoyarlo»…

Los tres son detenidos… Aparece un tercer manifestante…

Y, ¿cómo no?, ahí están enseguida haciéndole flanco los solidarios muchachos dos veces detenidos…Tres son multitud, son delito, así que también se llevan a este tercer activista…

Un par de ventajas de estos agentes sobre sus colegas habaneros: 1) las temperaturas moscovitas les permiten esconder las caras y hurtar así la atención de los lentes de la cámara de Radio Svoboda; 2) con toda seguridad están mejor pagados que los esbirros cubiches.

Las fotografías son cortesía de Radio Svoboda.

De contra:

En el site de la Unión Liberal Cubana, «Los futuros de Cuba», conferencia dictada por Rafael Rojas el pasado viernes en Miami.

La continuación de la conferencia y el largo y muy recomendable coloquio que la siguió, aquí.

17/11/2009 1:10

 

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