La postura del misionero

Sórdida toda esa historia de los sacerdotes españoles asesinados en Cuba. Sórdidos los detalles, las motivaciones; noveleras muchas circunstancias y sorprendentes las voces que han dado hoy las hermanas de Eduardo de la Fuente, la primera víctima.

El primero, homosexual e histrión: se hacía pasar, sostiene Maurivitalicio, por empresario español en su avatar farandulero.

Al segundo, amigo del primero, lo asesinan para robarle, pero su cadáver aparece con todas las señas de un encarnizamiento más propio del crimen pasional que del robo.

Y hay un tercer cura, amigo de los dos primeros, quien se puso cabalístico en cuanto mataron al segundo: «Yo no soy supersticioso, pero ayer hacía justo cinco meses de la muerte de Eduardo… El primero, el segundo… ¿qué es lo que hay aquí detrás? ¿Quiénes son? ¿Qué buscan?… ¿Son una mafia de algún tipo? No lo sé». Y la puntilla, con el miedo en el cuerpo: «No hay dos sin tres».

Esta tarde Juana de la Fuente –hermana del presunto párroco de día y empresario de noche-, aseguró que el asesinato de Mariano Arroyo se debió a secretas revelaciones sobre el asesinato de su hermano que la segunda víctima se disponía a traer a España en viaje próximo. Y cargó con fuerza contra el castrismo, que estaría ocultando algo. No se quedó ahí y respondió a la versión maurivitalicia de que su hermano fuera homosexual. Y no se la cree «porque no iba a esperar 58 años para echarse una pareja. Nunca jamás hubiera hecho eso». Y dijo más: «Era una persona humana y claro que podía haberse enamorado. ¿Por qué no? Pero eso es mentira».

A modo de guinda hoy aparece nota del Arzobispado de La Habana en Juventud Rebelde desvinculando los dos crímenes.

La historia es buena de veras. Sacerdote travestido, cuerpo mutilado en un templo, presunta conjura de comecuras, la iglesia haciendo crónica roja en la prensa comunista… Pero por buena que sea, y tal vez precisamente por lo buena que es, tiene un defecto que la inhabilita para convertirse en política o literatura: nadie sabe qué hacer con ella.

Habrá que adelantar unos pasos más para conseguir convertirla siquiera en hilera de endecasílabos. A titular, por ejemplo, La postura del misionero.

De contra:

Por cierto, Mauri, escribir en artículo de esta índole la frase “fue Mariano el que metió a sus colegas el gusanillo de Cuba en el cuerpo” es tremendo, socio. ¡Tremendo!

20/07/2009 1:59

 

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