Manifiesto: Operación Almohada

Manifiesto: Operación Almohada

1) Quienes abogamos por la Operación Almohada no entramos en el debate acerca de la eutanasia. Lo nuestro es la euforia.

2) Quienes abogamos por la Operación Almohada no descartamos otras vías. Somos sectarios pero tolerantes con la diferencia. De hecho, siempre preferimos que le metieran un tiro, pero el tiempo nos ha negado el olor de la pólvora. Los años y la ocasión nos han convertido en devotos de las almohadas. Somos un grupito como cualquier otro. Fueron los cátaros y son los otakus. También los abogados de la Operación Almohada somos orgullosos sectarios…

3) A las almohadas les contamos los sueños, dicen los líricos. Pero ¿y si también las almohadas quisieran hablar?

4) Quienes abogamos por la Operación Almohada somos pragmáticos. Ya no buscamos soluciones, porque no las hay. Tampoco buscamos venganza, porque por no tener, no tenemos ni ganas de cobrárnosla. Lo nuestro son las matemáticas: queremos se despeje la primera ecuación del poscastrismo: Castro II – Castro I = x.

5) Quede claro que no representamos a fabricante de almohadas alguno. Nos da igual cuál se utilice, quién la fabricó, que goce o no de patente, que sea ortopédica o blasone de ergonómica. Una almohada queremos, cualquiera. O dos.

6) Quienes abogamos por la Operación Almohada no pedimos el levantamiento del embargo. De hecho, buena parte de los cofrades llama «bloqueo» al expediente de restricciones. (Porque, sépase, la Operación Almohada es requerimiento que viene de la Isla de Cuba. ¡De allá viene!) Exigimos, no obstante, a los gobiernos de Cuba y los EE.UU. el levantamiento de toda restricción a la importación de almohadas. Creemos que a más almohadas circulando por el país, mayor posibilidad de que la Operación sanitaria se lleve a cabo.

7) Por último, quienes abogamos por la Operación Almohada, ¡novedad!, no pedimos firmas que la apoyen. Pedimos almohadas, y edecanes, randys -¿o será randies?- enfermeras y guardias dispuestos a apretarlas con firmeza.

 

De contra:

Por cierto, y a propósito de Randy.

Me han contado anécdota deliciosa sobre el bueno de Randy, el aquiescente Randy. No es nueva, pero no la conocía y supongo otro tanto ocurra con muchos lectores. La fuente es de primera mano, y me la callo por razones comprensibles.

Se casó Kcho el pasado febrero. (No lo anoté, pero juraría que fue el 22 de febrero.) Raúl Castro le deja su casa en Varadero para fiesta y posteriores.

Se reúne allí toda la jet set del castrismo tardío. Todos y todas las luminarias.

A Randy, sin embargo, no lo invitan, pero él, ay, se aparece solito, y ya que fue no era cosa de hacerle el feo al feo Randy, de manera que lo dejaron pasar.

Ron por aquí, whiskey por allá: la fiesta del inefable Kcho fue todo un «suceso», que dirían del otro lado del Atlántico.

Y llegó de pronto Castro II. Los invitados se ponen en fila para darle la mano. También Randy.

Raúl avanza, saluda, abraza, y le llega el turno a Randy en la cola del besamanos.

Randy sonríe con esa sonrisa tan suya y extiende la mano.

¡Y OCURRE LO QUE SIGUE!

Raúl lo mira y le dice alto y delante de todo el mundo:

–A ti yo no te doy la mano porque tú eres un mentiroso.

Fotos: La de Randy Alonso mostrando carta de su Jefe es de Claudia Daut para Reuters. La de la almohada forma parte del muestrario guardado en la sede de la Operación Almohada.

 

UPDATE:

La Cámara de Representantes dice NO al plan de rescate propuesto por el presidente George Bush.

Por cierto, Lincoln Díaz-Balart, Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen votaron NO.

Así reaccionó el Dow Jones. Se están acabando las últimas migajas de pan de piquitos…

29/09/2008 21:14


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