Leo que LiveLeak.com opta por retirar el video de Geert Wilders sobre el Islam. Lo vi anoche y lamenté su chata pulsión panfletaria. Wilders generó expectativas que convierten en mucho más interesantes las resistencias a su gesto que el gesto en sí.
Carezco ahora mismo de la ecuanimidad que requiere escribir largo sobre el asunto. Pero la noticia de esa cesión, que leo camino a la cama, me mueve a subirles su Fitna The Movie. Véanlo, mientras Youtube no se baje los pantalones. Que acabará bajándoselos.
Porque la libertad, oigan, siempre la libertad.
shin
UPDATE:
En la revolucionaria línea de negar el mercado, Eduardo Heras León acaba de hacer unas declaraciones a Granma que no han gustado nada a Leonardo Padura.
Heras León:
«Yo soy editor también. Las experiencias que tienen muchos escritores aquí con las grandes editoriales son funestas». Heras León recordó como «no es secreto para nadie que los premios otorgados por esas entidades están arreglados» y que en ellas de este país solo buscan publicar títulos de «pornografía política, una visión desvirtuada de que en Cuba solo hay sexo y disidencia». Citó como excepción el caso de Leonardo Padura «a quien Tusquets le ha publicado dos o tres novelas, más bien policíacos». «Los escritores cubanos —denunció— se preguntan si solo estos temas son lo único valioso para el mercado».
Leonardo Padura:
Chino, acabo de leer esta noticia publicada en Granma sobre el Festival de Jóvenes Narradores y me ha producido una real consternación ver que te prestes para tratar de fundamentar mentiras, como las que dices respecto al «mercado». Un hombre con tu experiencia debería saber que el «mercado» publicó a Kafka, a Joyce y a algunos otros escritores, y que gracias al «mercado» los libros circulan en el mundo- entre otras cosas. Pero lo que más me asombró fue la referencia que haces a mí y mis libros. Aunque mi tiempo es muy valioso y no suelo responder críticas ni agresiones (no tiene sentido: mi tiempo lo dedico a escribir novelas, fundamentalmente, aunque también ensayos y un tipo de periodismo que me ha permitido que el «mercado» me haya publicado ya cinco volúmenes de ese género), en algún momento en los próximos días voy a escribir algo al respecto y buscaré -a ver si lo encuentro en Cuba- un espacio donde publicarlo. Por ahora solo quería recordarte -y a la vez compartirlo con unos pocos amigos, pues me siento realmente perplejo, y no quiero aventurar razones que pueden subyacer en esas afirmaciones tuyas- que Tusquets no me ha publicado «dos o tres novelas, más bien policíacos» (le disculpo a la periodista el error en la concordancia), sino seis, casi todas muy policiacas, aunque, por cierto, siendo «policiacos» tres de ellas han ganado el Premio de la Crítica en Cuba, una el Café Gijón en España (que no puede estar arreglado porque no implica su publicación por ninguna editorial), otros más en España, Francia, Italia y otras tres veces el premio a la mejor novela policiaca en lengua española, el «Dashiell Hammett», que tampoco lo da ninguna casa editora… Esa editorial «comercial», Tusquets, también publicó La novela de mi vida, donde hay crímenes, pero no tiros y muy poca pornografía, la verdad, y que tiene que ver con poetas y también con mentiras, envidias, traiciones -lastres humanos muy frecuentes pero muy poco «valiosos» para el mercado que, mira tú, la publicó y la ha logrado colocar después en casi diez idiomas. Lamento que hayas sido tan superficial y errático en tus declaraciones, y que, además, se hayan publicado sin que nadie se ocupara de verificar si eran acertadas o estaban «más bien equivocadas», como en este caso. Por último debo recordarte, por si no lo sabes, que uno de mis orgullos literarios es haber tenido y tener en «el mercado» una editorial como Tusquets, que se caracteriza por su seriedad literaria, por su trato respetuoso con los autores y por su enorme generosidad, como bien saben todos los que han tenido el privilegio de formar parte de su catálogo (y no creo que tenga que citarte nombres). Sin más, hasta la próxima, Padura.