Google Ads @ Cubaencuentro

Esos anuncios de Google que aparecen ahora bajo los artículos de este portal…

La odiosa tiranía del click para ganar dinero. ¿Que si me molestan? Más: me repugnan. Me asquea leer bajo artículo sobre la represión o bajo noticia que cuenta presos, invitaciones a viajar a Cuba a precio de saldo.

Pero ese es asco pequeño, es asquito. Una repugnancia que puedo evitar manejando el mouse. Amago de vómito esquivado con un golpe de muñeca.

Lo que de veras me asquea es que el proyecto editorial más importante que ha erigido el exilio cubano en los últimos tres lustros no goce del apoyo financiero necesario de ese mismo exilio y de los gobiernos de España, los Estados Unidos. Y otros, los que sean. Que tenga que recurrir a esas tretas. Ociosas, por cierto.

Arriba y a la derecha, la miro ahora mismo, tengo la colección (casi) completa de la revista Encuentro. Está accesible online. Que esa revista desaparezca por falta de subvenciones privadas, públicas e institucionales, las mismas que han de sostener una cultura cualquiera, pero sobre todo una cultura exiliada, me parece una vergüenza. Una vergüenza nuestra, porque de esa no podremos echarle la culpa a nadie. Y una vergüenza, por cierto, de la que tendrán que responder los gestores del proyecto, que no han sabido buscar suscriptores y compradores de esa revista magnífica.

Sí, ya sé: la crisis. Conozco del recorte de fondos que padecen todos y en todas partes. Importantes ONGs se van al garete. Madoff arrastró a algunas. Pero que Encuentro se pierda, ¿nos lo podemos permitir? ¿Satisfará a alguien aparte de a La Habana y a un par de cubanocómicos?

A mí Encuentro no me da de comer, ¡ni un taco de jamón!, y lo digo para poner el parche antes de que aparezca el descosido. Ni me da de comer el anticastrismo. El mío es a fondo perdido desde hace muchos años, desde que vivía en la Cuba a la que no puedo volver aprovechando esas ofertas suculentas de Air Comet que evito ahora en Cubaencuentro.com

Tampoco me importa que su portal digital acoja El Tono de la Voz, algo que parece tiene pronta fecha de caducidad.

Lo que me escandaliza, lo que me entristece, y algo sé de los esfuerzos editoriales del exilio cubano, es que parece me tocará asistir a otro silenciamiento. Será que ese es nuestro sino. Que tendremos lo que merecemos, es decir, nada.

¡Ojalá me equivoque!

07/08/2009 2:40

 

Esta entrada fue publicada en Anticastrismo, Blogosfera cubana, Exilio y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.