la sangre?
A veces ilumina. Recuerdo haberme encontrado hace años a un tipo agonizando en plena calle. Aquí en Barcelona. Iba camino al MACBA. ¿No lo he contado ya aquí? Juraría que sí.
El tipo soltaba esputos de sangre por la boca. Un asco; una pena. O viceversa.
Me acompañaba mi hija. «Míralo bien -la insté-: Eso es lo que ven quienes viven en medio de una guerra: sangre en la calle, gente que agoniza, cadáveres».
El cerdo de ayer con el nombre «FIDEL» escrito en el lomo. Escrito con sangre. «Su» sangre.
Copyright: El Tono de la Voz
¿Acaso no ilumina? ¿No revela una pulsión legítima? ¿Una estética? ¿No señala una reivindicación, un deseo secreto?
Tengo una ventaja a la hora de ver a ese cerdo con grafiti, que ya compartía anoche en comentario: es obra de una exiliada que nació en los ’70. En aquello se crió, de aquello se fue. Y su reacción ante cerdo que muere es la de grabar el nombre del dictador.
¡Revelador! ¿No es cierto?
La sangre dice muchas cosas y nos enfrenta a tantas otras.
También esta sangre hecha kétchup, por ejemplo:
Se trata de campaña de CALM contra las minas anti-personas lanzada hace años en Nueva Zelanda.
No hay que temer a la sangre. Hay que saber lo que vale.
UPDATE:
«En defensa de los derechos fundamentales en internet»
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
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02/12/2009